Cuando tenemos una vivienda que en invierno se vuelve muy fría, pensamos en diversas alternativas para calentarla. Materiales aislantes, techos, colchones, alfombras y edredones esparcidos por toda la casa son las maneras más prácticas y tradicionales. Sin embargo, también a través de la pintura podemos hacer nuestro hogar más cálido para soportar las temperaturas invernales, sin menospreciar las temperaturas frescas durante el verano.
Para lograr este efecto de calidez a través de la pintura, no solo a partir de los colores, sino la pintura utilizada y el recubrimiento aplicado
Estético y cálido
En reformas de viviendas, la etapa de pintar la casa por lo general es uno de los momentos que más despierta la participación de los residentes. La motivación principal es el factor estético, ya que todos quieren tener habitaciones hermosas, que reflejan la personalidad de todos los miembros de la familia. Sin embargo, los mejores pintores como los que trabajan en la empresa Pintor Zaragoza saben bien que la función de pintura va mucho más allá de lo visual. Una de las utilidades del proceso es el poder de regular la temperatura de la propiedad. Una residencia que está muy caliente o muy fría puede beneficiarse de algunos cambios básicos en la elección de los productos aplicados a las paredes.
Colores
La importancia de los colores para establecer la temperatura de cada ambiente es una agenda constante de revistas y programas de televisión que discuten sobre la decoración, por lo que es posible que haya oído hablar de él, aunque sin tenerlo aún muy claro.
En general, la regla es que los tonos más oscuros reflejan poca luz, lo que conduce a la retención de calor. Los tonos de luz tienen el efecto contrario, dejando el espacio más fresco. Por lo tanto, si una casa tiene paredes blancas clásicas, apostar por un color intermedio puede ayudar a intensificar la sensación de calentamiento.
En hogares con paredes oscuras, un buen consejo es pintar el techo en un tono claro. Esta pequeña iniciativa ya contribuye a aliviar el problema.
Tipos de pintura
El producto elegido para la revitalización de la habitación también interfiere con el frío o el calor de la propiedad.
La pintura acrílica, por ejemplo, es una buena opción para las familias que sufren la impresión de que es invierno todo el año. También conocido como tinta de látex, esta opción está compuesta de resinas impermeables, que reducen el impacto de la humedad y, por lo tanto, ayudan a calentar el medio ambiente.
Las pinturas epoxídicas son otras posibilidades para aquellos que desean elevar la sensación térmica de la casa a unos pocos grados.
Por último, los colores de la fachada también influyen en la calidez de la casa, pues dependiendo de la cantidad de luz solar que recibe, hará más agradable la temperatura o la hará menos soportables. Aquí la clave es combinar dos colores, uno claro y el otro oscuro en un tono marrón, antracita o verde embotellado para contribuir con el aumento de la temperatura dentro del hogar, pero sin abusar para no causar un bochorno entre los integrantes de la familia.