En la actualidad, el uso de ventanas correderas de menor y gran tamaño son muy buscados y utilizados, estos sistemas visuales y de ambiente por lo general se utilizan para servir de tragaluz y como un efecto de detalle más que atractivo, pero tiene sus pros y contras.
La cerradura de ventana corredera es un sistema utilizado para asegurar todo lo que respecta a las ventanas de tu hogar, ya que los sistemas de manijas que vienen por defecto en alguna de ellas no cumplen por completo con todas las condiciones necesarias para llamarlas “seguras”.
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Cómo funcionan las cerraduras de ventana corredera
La cerradura ventana corredera funciona con un sistema de apertura de enganche, este funciona de manera muy sencilla, el sistema interior o cerradura, trae un gancho que se acciona por medio del pasador, una vez se acciona el gancho, este ingresa por un orificio que se encuentra en la otra ventana corrediza, ajustando ambas piezas del mismo para que se impida el movimiento de ambas piezas.
Tan sencillo como un pasador y enganche puede ser un seguro de ventana, esto resulta más que suficiente para lo que va de seguridad, aunque generalmente la mayoría suele utilizar dos cerraduras en el área superior e inferior para que las ventanas no puedan ser violentadas de ninguna forma.
El mecanismo corredizo por lo general trae su propia manecilla manejable; sin embargo, estas manecillas pueden dañarse con mucha regularidad, dejando desprotegida el área en la que se supone debe haber protección.
Algunas cerraduras actuales son de acción doble, no requieren de llave y utilizan dos pasadores para un mismo par de ventanas, la seguridad se afianza en cuanto a la movilidad ya que estas no pueden girar por sí mismas, sino que dependen del pasador para poder movilizarse de alguna forma.
¿Qué tipo de trabajo realiza el cerrajero para la instalación?
La instalación de cerraduras de ventanas correderas se puede considerar un trabajo de complejidad media, ya que se requiere del uso de taladro y algunos elementos de cerrajería para poder colocar de forma eficiente la pieza.
Las cerraduras de ventanas son bastante sencillas, consisten en una pequeña pieza que bien puede ser de plástico macizo, cerámica o metal que se coloca en la parte metálica inferior o superior del mecanismo corredero de la ventana. Una vez colocado dicho mecanismo, se atornilla para fijarlo y se realiza un orificio en la ventana, justo en la orilla para que se ajusten correctamente entre sus extremos.
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